colestasis – Este es un síndrome clínico y de laboratorio caracterizado por un aumento en el contenido de sustancias excretadas con bilis en la sangre debido a una violación de la producción de bilis o su salida. Los síntomas incluyen prurito, ictericia, estreñimiento, sabor amargo en la boca, sensibilidad en el hipocondrio derecho, orina oscura y decoloración de las heces. El diagnóstico de colestasis consiste en determinar el nivel de bilirrubina, fosfatasa alcalina, colesterol, ácidos biliares. De los métodos instrumentales, se utilizan ultrasonido, radiografía, gastroscopia, duodenoscopia, colografía, tomografía computarizada y otros. El tratamiento es complejo, se prescriben hepatoprotectores, antibacterianos, citostáticos y preparados de ácido ursodesoxicólico.
ICD-10
Visión de conjunto
La colestasis es una disminución o cese de la secreción de bilis causada por una violación de su síntesis por parte de las células hepáticas o una interrupción en el transporte de bilis a través de los conductos biliares. La prevalencia del síndrome es promedio: alrededor de 10 casos por cada 100 mil habitantes por año. Esta patología se detecta con mayor frecuencia en hombres después de los 40 años. Una forma separada del síndrome es la colestasis del embarazo, cuya frecuencia entre el número total de casos registrados es de aproximadamente el 2%.
La urgencia del problema se debe a las dificultades para diagnosticar este síndrome patológico, identificar el vínculo primario en la patogenia y seleccionar un régimen de tratamiento más racional. Los gastroenterólogos llevan a cabo el tratamiento conservador del síndrome de colestasis y, si es necesario, los cirujanos realizan una intervención quirúrgica.
Causas de la colestasis
La etiología y la patogenia de la colestasis están determinadas por muchos factores. Según la gastroenterología moderna, en la aparición de colestasis, el daño hepático de naturaleza viral, tóxica, alcohólica y medicinal tiene un papel principal. También en la formación de cambios patológicos, juegan un papel importante:
- herencia (enfermedad de Byler);
- insuficiencia cardiaca
- trastornos metabólicos (colestasis del embarazo, fibrosis quística y otros);
- daño a los conductos biliares intrahepáticos interlobulillares (cirrosis biliar primaria y colangitis esclerosante primaria).
Patogenesia
Las manifestaciones del síndrome de colestasis se basan en uno o más mecanismos: la entrada de componentes biliares en el torrente sanguíneo en exceso, su disminución o ausencia en el intestino, el efecto de los elementos biliares en los túbulos y las células hepáticas. Como resultado, la bilis ingresa al torrente sanguíneo y causa síntomas y daños a otros órganos y sistemas.
Clasificación
Dependiendo de las causas, se distinguen dos formas principales: colestasis extrahepática e intrahepática.
- Colestasis extrahepática se forma con obstrucción mecánica de los conductos, el factor etiológico más frecuente son los cálculos en la vía biliar.
- Colestasis intrahepática se desarrolla en enfermedades del sistema hepatocelular, como resultado del daño a los conductos intrahepáticos, o combina ambos enlaces. Con esta forma, no hay obstrucción ni daño mecánico en el tracto biliar. Como resultado, la forma intrahepática se subdivide en las siguientes subespecies:
- colestasis hepatocelular, en la que se produce daño en los hepatocitos;
- canalicular, que fluye con daño a los sistemas de transporte de membranas;
- extralobulillar, asociado con una violación de la estructura del epitelio de los conductos;
- colestasis mixta.
Dependiendo de la naturaleza del curso, la colestasis se divide en aguda y crónica. Además, este síndrome puede presentarse en forma anictérica e ictérica. Además, se distinguen varios tipos: colestasis parcial, acompañada de una disminución en la secreción de bilis, colestasis disociativa, caracterizada por un retraso en los componentes individuales de la bilis, colestasis total, que ocurre con una violación del flujo de bilis hacia el duodeno.
Síntomas de la colestasis
Con este síndrome patológico, las manifestaciones y los cambios patológicos se deben a una cantidad excesiva de bilis en los hepatocitos y túbulos. La gravedad de los síntomas depende de la causa que causó la colestasis, la gravedad del daño tóxico a las células y túbulos del hígado, debido a una violación del transporte de bilis.
Cualquier forma de colestasis se caracteriza por una serie de síntomas comunes: aumento del tamaño del hígado, dolor y malestar en el área del hipocondrio derecho, picazón, heces acólicas (decoloradas), orina oscura y trastornos digestivos. Un rasgo característico de la picazón es su intensificación por la noche y después del contacto con agua tibia. Este síntoma afecta el bienestar psicológico de los pacientes, provocando irritabilidad e insomnio. Con un aumento en la gravedad del proceso patológico y el nivel de obstrucción, las heces pierden su color hasta que se decoloran por completo. Al mismo tiempo, las heces se vuelven más frecuentes, volviéndose líquidas y fétidas.
Debido a una deficiencia en los intestinos de ácidos biliares, que se utilizan para la absorción de vitaminas liposolubles (A, E, K, D), aumenta el nivel de ácidos grasos y grasas neutras en las heces. Debido a la malabsorción de vitamina K en el curso prolongado de la enfermedad en los pacientes, aumenta el tiempo de coagulación de la sangre, lo que se manifiesta por un aumento del sangrado. La falta de vitamina D provoca una disminución de la densidad ósea, por lo que los pacientes están preocupados por el dolor en las extremidades, la columna vertebral y las fracturas espontáneas. Con la absorción insuficiente prolongada de vitamina A, la agudeza visual disminuye y se produce hemeralopia, que se manifiesta como un deterioro en la adaptación de los ojos a la oscuridad.
En el curso crónico del proceso, hay una violación del intercambio de cobre, que se acumula en la bilis. Esto puede provocar la formación de tejido fibroso en los órganos, incluido el hígado. Debido al aumento en los niveles de lípidos, comienza la formación de xantoma y xantelasma, causada por la deposición de colesterol debajo de la piel. Los xantomas tienen una ubicación característica en la piel de los párpados, debajo de las glándulas mamarias, en el cuello y la espalda, en la superficie palmar de las manos. Estas formaciones ocurren con un aumento persistente en los niveles de colesterol durante tres o más meses, con la normalización de su nivel, es posible su desaparición independiente.
En algunos casos, los síntomas son leves, lo que dificulta el diagnóstico del síndrome de colestasis y contribuye a un largo curso de la condición patológica, de varios meses a varios años. Cierta parte de los pacientes buscan tratamiento para la picazón en la piel con un dermatólogo, ignorando otros síntomas.
Complicaciones
La colestasis puede causar complicaciones graves. Con una duración de la ictericia de más de tres años, en la gran mayoría de los casos, se forma insuficiencia hepática. Con un curso largo y descompensado, se produce una encefalopatía hepática. En un pequeño número de pacientes, en ausencia de una terapia racional oportuna, se puede desarrollar sepsis.
diagnósticos
La consulta con un gastroenterólogo le permite identificar los signos característicos de la colestasis. A la hora de recoger una anamnesis, es importante determinar la duración del inicio de los síntomas, así como el grado de gravedad de los mismos y su relación con otros factores. Al examinar a un paciente, se determina la presencia de coloración amarillenta de la piel, las membranas mucosas y la esclerótica de diversa gravedad. También se evalúa la condición de la piel: la presencia de rascado, xantoma y xantelasma. A través de la palpación y la percusión, el especialista a menudo detecta un aumento en el tamaño del hígado, su dolor.
- Pruebas de laboratorio. En los resultados de un análisis de sangre general, se pueden observar anemia, leucocitosis y un aumento de la tasa de sedimentación de eritrocitos. En el análisis bioquímico de la sangre se detecta hiperbilirrubinemia, hiperlipidemia, un exceso del nivel de actividad enzimática (ALAT, AST y fosfatasa alcalina). El análisis de orina le permite evaluar la presencia de pigmentos biliares en él. Un punto importante es determinar la naturaleza autoinmune de la enfermedad mediante la detección de marcadores de daño hepático autoinmune: anticuerpos antimitocondriales, antinucleares y anticuerpos contra las células del músculo liso.
- Sonografía. Los métodos instrumentales tienen como objetivo aclarar la condición y el tamaño del hígado, la vesícula biliar, visualizar los conductos y determinar su tamaño, identificar la obstrucción o el estrechamiento. El examen de ultrasonido del hígado le permite confirmar el aumento de su tamaño, los cambios en la estructura de la vesícula biliar y el daño a los conductos.
- Diagnóstico por rayos X. La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica es eficaz para detectar cálculos y colangitis esclerosante primaria. La colangiografía transhepática percutánea se utiliza cuando es imposible llenar la vía biliar con contraste retrógrado; estos métodos permiten además el drenaje de los conductos en caso de obstrucción.
- Métodos tomográficos. La colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM) tiene una alta sensibilidad (96%) y especificidad (94%); es un reemplazo moderno no invasivo para la CPRE. En situaciones que son difíciles de diagnosticar, se utiliza la tomografía por emisión de positrones.
- Diagnóstico invasivo. Con resultados ambiguos, es posible realizar una biopsia hepática, pero el método histológico no siempre permite diferenciar la colestasis extrahepática de la intrahepática.
Diagnóstico diferencial
En el diagnóstico diferencial, debe recordarse que el síndrome de colestasis puede ocurrir con cualquier cambio patológico en el hígado. Dichos procesos incluyen hepatitis vírica e inducida por fármacos, coledocolitiasis, colangitis y pericolangitis. Por separado, cabe destacar el colangiocarcinoma y los tumores pancreáticos, los tumores intrahepáticos y sus metástasis. Con menos frecuencia existe la necesidad de un diagnóstico diferencial con enfermedades parasitarias, atresia de las vías biliares, colangitis esclerosante primaria.
Tratamiento de la colestasis
Tratamiento conservador
La terapia conservadora comienza con una dieta con restricción de grasas neutras y la adición de grasas vegetales a la dieta. Esto se debe a que la absorción de tales grasas ocurre sin el uso de ácidos biliares. La terapia con medicamentos incluye el nombramiento de medicamentos ácido ursodesoxicólico, hepatoprotectores (ademetionina), citostáticos (metotrexato). Además, se utiliza la terapia sintomática: antihistamínicos, terapia de vitaminas, antioxidantes.
El tratamiento quirúrgico
Los métodos quirúrgicos se utilizan como tratamiento etiotrópico en la mayoría de los casos. Estos incluyen operaciones:
- imposición de anastomosis colecistodigestivas y coledocodigestivas;
- drenaje externo de los conductos biliares;
- apertura de la vesícula biliar;
- colecistectomía.
Una categoría separada son las intervenciones quirúrgicas para el estrechamiento y los cálculos de los conductos biliares, destinados a eliminar los cálculos. En el período de rehabilitación, se utilizan ejercicios de fisioterapia y fisioterapia, masajes y otros métodos para estimular los mecanismos de defensa naturales del cuerpo.
Pronóstico y prevención
El diagnóstico oportuno, las medidas terapéuticas adecuadas y la terapia de apoyo permiten lograr la recuperación o remisión estable en la mayoría de los pacientes. Con la observancia de medidas preventivas, el pronóstico es favorable. La prevención consiste en seguir una dieta que excluya el uso de picantes, frituras, grasas animales, alcohol, así como en el tratamiento oportuno de patologías que provocan estasis biliar y daño hepático.
La violación de la producción y el flujo de bilis en los intestinos (colestasis o síndrome colestásico) no se considera un diagnóstico médico separado, sino que acompaña a muchos enfermedad del higado. La prevalencia de la patología es de 1 caso por cada 10 mil personas, y entre los pacientes de un hepatólogo, hasta el 50-70% de las personas la enfrentan. ¿Qué es este síndrome, qué condiciones conducen a él y se puede curar?
Causas y factores de riesgo de la colestasis
Las fallas en la producción y el flujo de bilis no ocurren por sí solas, siempre están precedidas por otros trastornos. Se ha establecido que las mujeres mayores de 40 años a menudo sufren de colestasis con aumento de peso corporal concomitante. También están en riesgo las mujeres embarazadas que tienen un problema provocado por cambios en los niveles hormonales.
Dependiendo de las causas que conducen al desarrollo de la patología, la colestasis generalmente se divide en 2 formas:
-
. Ocurre debido a una violación de los procesos de secreción de bilis y su entrada en los capilares biliares. Tales condiciones pueden ser causadas por una variedad de enfermedades hepáticas (hepatitis aguda, cáncer, enfermedad grasa, colangitis biliar, etc.), así como por ciertos medicamentos, fluctuaciones hormonales, intoxicaciones, patologías metabólicas congénitas, hematopoyesis, rechazo después del trasplante, endocrino. trastornos
- extrahepático. Se desarrolla en el contexto de una violación total o parcial de la permeabilidad del tracto biliar. En la mayoría de los casos, los cálculos hepáticos provocan el bloqueo de los conductos, con menos frecuencia: quistes, formaciones de órganos malignos, anomalías congénitas del sistema hepatobiliar, invasiones helmínticas, cáncer o inflamación del páncreas.
Las enfermedades no relacionadas con el funcionamiento del hígado y el sistema digestivo, pero que contribuyen al desarrollo de colestasis, también incluyen tuberculosis, trastornos cromosómicos y mutaciones genéticas, e insuficiencia cardíaca.
Síntomas y diagnóstico de la colestasis.
Las violaciones de la producción y salida de bilis conducen a desviaciones en el proceso de digestión de los alimentos. La absorción inadecuada de nutrientes se acompaña del desarrollo de deficiencia de vitaminas, que afecta el funcionamiento de todos los sistemas del cuerpo. Sin embargo, es posible que la enfermedad no se manifieste durante mucho tiempo, lo que dificulta su diagnóstico.
La forma más fácil de identificar la colestasis es si una persona tiene patologías hepáticas o metabólicas diagnosticadas. En otros casos, las manifestaciones características permiten sospechar un problema:
- Prurito de la piel. Es más molesto por la tarde y por la noche, agravado por el contacto con el agua. Una persona puede peinarse la piel, lo que se acompaña de la formación de abscesos, irritabilidad, ansiedad.
- Cambio en el color de la piel y la orina. Los signos más notables de colestasis están asociados con la acumulación de bilirrubina en la sangre y la violación de sus procesos de excreción. Por lo general, primero se observa un color amarillento de la esclerótica, luego la ictericia se extiende a la piel y las membranas mucosas. La hiperpigmentación puede ocurrir en algunas áreas. La orina se vuelve oscura, parecida a la cerveza en color.
- Trastornos de la silla. Debido al bloqueo de la salida de bilirrubina, las heces adquieren un tono claro. Además, la colestasis se caracteriza por un olor fétido de las heces. La deficiencia de bilis en los intestinos conduce a una violación de los procesos de digestión de las grasas, que pueden acumularse en las heces. Probablemente el desarrollo de diarrea, que es reemplazada por estreñimiento.
- Engrosamiento en la piel. La aparición de zonas amarillentas o parduscas en la piel del tórax, los brazos o la espalda (xantoma) se asocia a un exceso de colesterol en sangre, que se ha observado durante 3 o más meses. En los párpados, tales formaciones (xantelasmas) se ubican simétricamente. Con la normalización de los niveles de colesterol, la aspereza de la piel desaparece.
- Molestias en el hipocondrio derecho. El hígado puede aumentar de tamaño, causando una sensación de plenitud y dolor que se irradia hacia el omóplato, la parte inferior de la espalda, el hombro o la clavícula.
- Signos de hipovitaminosis. Se desarrollan con un curso prolongado de síndrome colestásico debido a la alteración de la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E, K). Dependiendo de la sustancia que se absorba mal, puede haber: fragilidad del tejido óseo, tendencia al sangrado, dolor muscular, deterioro de la visión crepuscular, disminución de la libido, trastornos neurológicos.
Los síntomas adicionales de colestasis incluyen trastornos dispépticos: sabor amargo en la boca, náuseas, vómitos, pérdida de apetito. Una persona puede perder peso, sentir fatiga constante, experimentar mareos y notar fluctuaciones en la temperatura. Las manifestaciones requieren una atención especial. síndrome colestásico en mujeres embarazadas, en el que a menudo se observa ictericia y prurito en el tercer trimestre.
La colestasis asintomática se puede diagnosticar mediante pruebas de laboratorio que muestran deficiencia de vitaminas, niveles anormales de colesterol, bilirrubina, ácidos biliares y enzimas. En un análisis de sangre general, se puede detectar anemia, aumento de la VSG y leucocitosis. Los métodos de diagnóstico más informativos incluyen ultrasonido, rayos X, resonancia magnética, duodenoscopia, colangiografía, biopsia hepática.
Tratamiento de la colestasis
La elección de la terapia para las violaciones de la secreción y el flujo de bilis depende de la causa que las provoca. Cuando los conductos grandes están bloqueados por cálculos, formaciones malignas o benignas, está indicada la cirugía quirúrgica o endoscópica. Si la colestasis no se acompaña de obstrucción aguda de la vía biliar, se opta por un tratamiento conservador para normalizar el cuadro y nivelar los síntomas:
- los medicamentos que se unen a las sales biliares ayudan a reducir la picazón en la colestasis;
- para proteger el hígado, mejorar su trabajo y eliminar toxinas, se utilizan hepatoprotectores;
- en enfermedades crónicas del sistema endocrino, es necesario el control hormonal;
- en algunos casos, se pueden prescribir antibióticos, citostáticos, bloqueadores de los receptores opiáceos del sistema nervioso central;
- Las condiciones agudas causadas por invasiones de helmintos, medicamentos, abuso de alcohol, envenenamiento se curan eliminando sustancias tóxicas (parásitos) del cuerpo.
- Los complejos vitamínicos y multivitamínicos pueden eliminar la deficiencia de sustancias vitales.
En el tratamiento de la colestasis, es preferible prescribir medicamentos con acción polivalente que ayuden a restaurar la secreción normal de bilis, apoyen el hígado y mejoren el bienestar general. Este grupo incluye medicamentos a base de ácido ursodesoxicólico, que cambia la composición de la bilis, reduce la absorción de colesterol y se usa para disolver cálculos (colesterol) en la vesícula biliar, tiene un efecto inmunomodulador y antiinflamatorio sistémico. La ventaja de esta categoría de medicamentos es también la posibilidad de su uso en niños embarazadas, lactantes y mayores de 6 años.
Durante el período de rehabilitación fuera de la fase de exacerbación de la colestasis, se recomiendan métodos de tratamiento no farmacológicos para estimular las defensas del cuerpo: masajes, terapia de ejercicios, fisioterapia. Los pacientes que están preocupados por la picazón se muestran durmiendo en una habitación fresca. Las preparaciones a base de hierbas y la radiación ultravioleta se pueden usar para tratar las manifestaciones de la piel.
El pronóstico para la vida de adultos y niños con colestasis es favorable: con una terapia oportuna y siguiendo las recomendaciones, el hígado conserva sus funciones durante mucho tiempo. Las complicaciones más probables están asociadas con la falta de atención médica: en el contexto de ictericia prolongada (más de 3 años), se puede desarrollar insuficiencia hepática o encefalopatía, la osteoporosis progresiva se acompaña de fracturas y no se excluyen la sepsis y la pérdida de sangre severa debido a una disminución de las reacciones protectoras en pacientes debilitados.
Consejos dietéticos para la colestasis
Además del tratamiento farmacológico, a los pacientes que padecen colestasis se les prescribe una dieta especial que acelera la recuperación, ayuda a mejorar el funcionamiento del sistema digestivo y evita las exacerbaciones. Su esencia radica en el uso de productos que sean saludables y seguros para el hígado, además de seguir varias reglas:
- Comidas en porciones pequeñas en 5-6 recepciones.
- Exclusión de alimentos grasos, picantes, salados, ahumados, fritos.
- Limitar el uso de dulces, bollería rica, pan fresco, productos con alto contenido en extractivos.
- Rechazo de alcohol, té fuerte y café.
- El predominio de alimentos ricos en fibra y sales de magnesio para estimular la síntesis y excreción de la bilis.
- Cocinar platos al vapor, hervir y hornear.
carnes magras y pescados;
salvado, cereales a base de cereales;
pan de centeno seco;
compotas de frutas secas, jugos diluidos, té verde y de hierbas;
variedades grasas de pescado y carne, manteca de cerdo;
pan recién horneado, bollería rica, dulces que contengan carbohidratos rápidos y grasas animales;
platos marinados, carnes ahumadas y encurtidos;
productos lácteos con alto contenido de grasa;
Consulte a su proveedor de atención médica para obtener instrucciones nutricionales específicas. La dieta para la colestasis se selecciona de acuerdo con el estado de salud y la presencia de enfermedades concomitantes.