La extirpación del útero es una operación ginecológica común, que se realiza en alrededor de un millón de mujeres solo en Rusia. Al mismo tiempo, la edad promedio de las pacientes que se someten a un procedimiento tan radical es de unos 40 años, aunque en la mayoría de los casos fue posible utilizar otros métodos alternativos de tratamiento y salvar el útero.
Muchos médicos subestiman la importancia funcional del útero, creyendo que es necesario solo para llevar un niño y participar en el proceso de nacimiento. Por ello, prescriben fácilmente una histerectomía a la paciente, insistiendo en un procedimiento radical para tratar la patología. Pero en el cuerpo no hay órganos que realicen solo tareas individuales. El útero está completamente integrado en el sistema reproductivo y participa en la regulación de muchos procesos en el cuerpo que afectan el estado general y el bienestar. Si es posible salvarlo y nada amenaza la vida de una mujer, entonces vale la pena luchar por el útero hasta el final.
Histerectomía: tipos y características.
La cantidad de histerectomía puede variar. Hay histerectomía total, en la que se extirpan el útero y el cuello uterino, subtotal, que implica la extirpación solo del útero, radical, en la que no solo se extirpan el útero, los apéndices y el cuello uterino, sino también los ganglios linfáticos regionales y el tejido pélvico. La histerectomía total y subtotal se puede realizar con la extirpación de los ovarios o su preservación.
Es un error creer que una histerectomía es una operación simple. La extirpación del útero sin ovarios es un procedimiento complejo y lento que requiere una formación teórica y práctica seria por parte del médico. La mayoría de las veces, la intervención se realiza por vía laparotómica (a través de incisiones en la cavidad abdominal). El período de recuperación del paciente después de la cirugía puede ser de hasta dos meses y requiere el cumplimiento de una serie de recomendaciones destinadas a la rehabilitación de la mujer y la prevención del desarrollo de consecuencias negativas. Después de la operación, una mujer puede experimentar dolor de diversa gravedad, al principio se observa manchado. No olvide que la operación se realiza bajo anestesia general, lo que también afecta la condición adicional del paciente.
Consecuencias de la extirpación del útero sin ovarios
Toda intervención quirúrgica está asociada al riesgo de complicaciones, la histerectomía no es una excepción. Durante la manipulación, pueden desarrollarse complicaciones intraoperatorias (sangrado, hematomas, daños en el uréter y los intestinos), que pueden afectar negativamente la salud del paciente y requerir atención médica urgente. Estas consecuencias dependen directamente de la profesionalidad del cirujano y su equipo, del cumplimiento de las normas, reglas y precauciones de seguridad.
También pueden desarrollarse complicaciones posoperatorias: inflamación, sangrado, sepsis, adherencias, dificultad para orinar, obstrucción intestinal, embolia pulmonar. Para prevenirlos, a la paciente se le recetan medicamentos y se controla su estado en un entorno hospitalario.
Después de la extirpación del útero, la vida del paciente cambia inevitablemente, lo que muchos médicos olvidan mencionar. Casi la mitad de las mujeres que se han sometido a cirugía desarrollan el síndrome poshisterectomía, un conjunto de síntomas asociados con la alteración de los sistemas nervioso, endocrino y cardiovascular. Se forma debido a un cese brusco de la producción de hormonas y se manifiesta por depresión, deterioro del rendimiento, debilidad, irritabilidad, trastornos del sueño y otros signos. Se cree que la extirpación del útero con la preservación de los ovarios no conduce al desarrollo de tales síntomas, pero durante la manipulación, el suministro de sangre a los ovarios se ve inevitablemente alterado, lo que eventualmente provoca sus trastornos degenerativos y conduce a la aparición de signos negativos.
La extirpación del útero también afecta el estado psicoemocional de la mujer. A nivel subconsciente, muchas pacientes perciben la pérdida del útero como una pérdida de feminidad, lo que se refleja en su comportamiento y estado de ánimo. Algunas mujeres se evalúan a sí mismas como parejas sexuales inferiores, otras tienen miedo de perder a su familia. Según estudios recientes, la extirpación del útero también provoca graves consecuencias a largo plazo, lo que aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares (CC, accidente cerebrovascular) y cáncer.
Todos estos fenómenos deben alertar al médico y al paciente, limitar el uso de la histerectomía a favor de otros métodos de tratamiento alternativos que puedan salvar el útero y deshacerse de la enfermedad.
Histerectomía y fibromas uterinos
El 50% de todas las histerectomías se realizan por fibromas uterinos. Al mismo tiempo, en la mayoría de los casos, la operación podría haberse evitado realizando otras manipulaciones, en particular, la embolización de las arterias uterinas. Se puede obtener información detallada sobre los métodos efectivos para tratar la patología en las clínicas para el tratamiento de fibromas.
La histerectomía está indicada para enfermedades malignas, lesiones graves, con la ineficacia de otros métodos de tratamiento, en situaciones de emergencia. Con el mioma uterino, la histerectomía se justifica en la forma avanzada de patología con la formación de múltiples ganglios grandes y un aumento del útero durante más de 20 semanas de embarazo. Una etapa tan avanzada de la enfermedad está justificada por la negligencia de la mujer hacia su salud o el aplazamiento a largo plazo de las medidas terapéuticas debido a temores irrazonables. Muchos pacientes reciben información incorrecta sobre la enfermedad, insistiendo inmediatamente en un tratamiento radical, por lo que las mujeres retrasan el tratamiento, lo que conduce a resultados desastrosos. Y todo esto podría haberse evitado si se informara a los pacientes sobre todos los posibles métodos de terapia y sus resultados.
Las actitudes hacia los fibromas uterinos han cambiado drásticamente en las últimas décadas. Anteriormente, los miomas se clasificaban como tumores benignos susceptibles de malignizarse, lo que explica la alta frecuencia de uso del procedimiento. Pero gracias a numerosos estudios, los médicos pudieron estudiar detenidamente la naturaleza de la enfermedad y reducir el estado de alerta oncológico, demostrando que los fibromas son una enfermedad similar a un tumor, comparable en sus características a una mancha en la piel. El riesgo de malignidad de los fibromas uterinos tiende a cero, por lo que puede usar otros métodos efectivos para tratar a los pacientes que salvarán el útero.
Los médicos tienen diferentes actitudes hacia la patología y los métodos de tratamiento, por lo tanto, al reunirse con diferentes especialistas, es posible que le receten opciones de tratamiento diferentes. Algunos médicos, después de identificar los ganglios, no ofrecen tratamiento, sino solo un seguimiento dinámico de la afección. Esta opción tiene un uso limitado, además, es imposible predecir la tasa de crecimiento y desarrollo de los fibromas uterinos, y cualquier terapia es más efectiva en las etapas iniciales. Otros médicos insistirán inmediatamente en métodos radicales (si una mujer no está planeando un embarazo), sin ofrecer una alternativa. Al mismo tiempo, muchos médicos disuaden a los pacientes de realizar EAU, asustándolos con complicaciones graves, respuesta al dolor e ineficiencia. Todos estos argumentos son infundados y se basan únicamente en información poco fiable. Además, al contar información inverosímil sobre las consecuencias negativas de la embolización de la arteria uterina, los médicos guardan silencio sobre las complicaciones graves después de la extirpación del útero y sobre los cambios significativos en la vida de una mujer que inevitablemente se desarrollan después de la cirugía.
Tratamientos alternativos para los fibromas uterinos
Cada método de tratamiento de los fibromas tiene sus propias indicaciones y contraindicaciones. La elección del método de tratamiento está influenciada por muchos factores: la edad de la mujer, la planificación del embarazo, el tamaño, la localización y el número de focos, las comorbilidades. Los tratamientos más efectivos para los fibromas uterinos son la miomectomía y la embolización de la arteria uterina. Estas no son opciones de tratamiento en competencia, se realizan de acuerdo con indicaciones específicas. Es aconsejable realizar una miomectomía con ganglios miomatosos pequeños y únicos. Pero si existe un alto riesgo de trauma y deformación del útero durante la cirugía, al abrir la cavidad, se registran múltiples focos de diferente localización, entonces es más óptimo usar EAU.
La embolización de la arteria uterina es un método exitoso y efectivo para tratar los fibromas, que permite reducir el tamaño de los ganglios, detener su crecimiento adicional, eliminar los síntomas adversos de la enfermedad, mantener las posibilidades de embarazo y tener un niño sano. El procedimiento no requiere hospitalización a largo plazo. Después de la UAE, la paciente se recupera rápidamente y vuelve a su forma de vida habitual sin síntomas inaceptables. UAE le permite mantener la funcionalidad y la utilidad del útero, para que las mujeres después del procedimiento puedan quedar embarazadas con éxito, tener un bebé sano y dar a luz de forma natural.
Si su médico insiste en la extirpación del útero, pero según el diagnóstico, no se han identificado condiciones potencialmente mortales, entonces se recomienda consultar con otros especialistas. Puede obtener información detallada sobre los métodos para tratar los fibromas, sus indicaciones y contraindicaciones mediante una consulta por correo electrónico o haciendo una cita con un médico.
La renuencia del médico a salvar el útero puede deberse a su incompetencia, falta de conciencia, o pertenece a la categoría de médicos que no le dan mucha importancia al útero. Pero la extirpación del útero es una medida extrema, porque los cambios en la vida después de una histerectomía son inevitables y bastante desagradables, por lo que es necesario luchar para salvar el órgano hasta el final.